Perdido en algún punto del Camino francés...: Burgos - Carrión de los Condes (11/03/2012)

Buenas sensaciones, esa es la frase del día. Insisto, el albergue de Burgos es espectacular y además muy bien llevado por el hospitalero.
Me despierto y comienzo la jornada de hoy. Antes de partir conozco a dos ciclistas que habían pernoctado también en el albergue. Tenían intención de hacer dos jornadas largas para llegar mañana a León. La idea se me pasa por la cabeza, aunque hacer tantos kilómetros para mí es demasiado.
Decido ir por carreteras gran parte de la jornada, dado que ayer no me recomendaron los caminos. Paso por un pueblo que se llama Villalbilla (de Burgos) y me siento también en casa ;) así que paro a desayunar. Voy notando que me siento muy bien con las piernas, si bien es cierto que hoy tenía de amigo al viento: buena alimentación y cuidados hacen también su efecto.
Tomo carreteras locales y secundarias para llegar a Castrojeriz en un santiamén. Realmente voy disfrutando del Camino mientras decenas de perdices van asustándose a mi paso y huyen revoloteando. Dios, que ganso estoy, pero es que es divertido.
Y llego a Castrojeriz, la Colegiata de la Virgen del Manzano es preciosa. ¡Qué cantidad de tesoros y de sorpresas tiene el Camino!
Me dirijo a Frómista pasando antes por el canal de Castilla y me tiemblan las piernas de la emoción. Ya conozco San Martín, pero aunque hay muchas cosas que reseñar en el Camino, desde el principio tenía claro que quería salir de Roncesvalles, llegar a Santiago y visitar San Martín de nuevo en el transcurso.
San Martín no tiene nada pero lo tiene todo, austera como pocas pero ahí está su belleza, la belleza del románico. Y el interior es simplemente espectacular, casi divino. Encuentro además tantos paralelismos con mi querida Vézelay...
No sé, Santiago, León, Burgos, son paradigma de muchas cosas y todas son importantes e impresionantes, pero me quedo con San Martín por todos los motivos. Así que aquí me regalo todo el tiempo del mundo. Y como además es tiempo lo que me sobra pues a ello.
Estando tan bien de todo decido venirme a Carrión de los Condes. La nueva frase es: "Eultreia, esuseia" y llego al Convento-Monasterio de Santa Clara donde haré noche. Es lo más cerca de Dios que he estado nunca, lo digo por la austeridad de su albergue y el ascetismo con el que me reciben. De repente soy un protagonista más de El nombre de la Rosa. Qué sitio más raro...
He recorrido 100Kms y me merezco ir a comer bien. Cuando llego a la Plaza Mayor me encuentro con los ciclistas que había conocido esa misma mañana y hablamos y comemos juntos. Súper majos, pero es que eso es lo que tiene ser de Aragón (de Teruel para ser exactos). Un abrazo fuerte a Ángel y Berni, espero veros mañana en León, si no se os pincha antes otra rueda ;)
Cuando vuelvo tengo de compañera a una suiza muy simpática con la que he hecho muy buenas migas. Lástima que ella vaya andando y yo en bici. Hemos hablado largo y tendido sobre el Camino, espero que llegue pronto a su destino.